PATRICK
VAN RIEMSDIJK
HOLANDÉS, 1986
Patrick proviene de una familia de artistas. Guiado por la pasión de sus padres por el arte, crea lo que ama, con cada pincelada refleja decisiones profundamente personales. Para él, pintar es un acto de autoexpresión—su forma más pura de libertad creativa.
A Patrick tardó años encontrar su voz artística. Ahora trabaja dentro de un estilo definido, experimenta constantemente con nuevos colores, materiales y formas. Su proceso comienza con el color, y a menudo pasa días mezclando para lograr el tono perfecto— solo para, a veces, quedarse sin pintura a mitad del proceso. Por frustrante que sea, volver a empezar forma parte de su compromiso con la integridad artística.
En un mundo frenético, Patrick valora la calma de su estudio. Al igual que en la tradición japonesa de contemplar piedras, pasa tiempo observando sus pinturas—en ocasiones incluso boca abajo—antes de decidir si continuar o considerarlas terminadas.
OBRAS DE ARTE
En Mallorca, encuentra inspiración en el paisaje terroso. Esta calma se refleja en su obra, que combina diversas técnicas para crear una gran profundidad visual. Capas gruesas y delgadas de pintura interactúan para formar superficies vibrantes y texturadas, revelando colores ocultos bajo la superficie. Al incorporar elementos de la vida cotidiana, cada pieza cuenta su propia historia.
Guiado por una pasión por la exploración, Patrick ve la pintura como un proceso de aprendizaje continuo. Acoge su espontaneidad e irreversibilidad— una vez hecho un trazo, permanece. Aunque a menudo solitario, prospera en la intensidad silenciosa del estudio, completamente inmerso en el acto de crear.
